La Feria del Libro cobijó un encuentro cordobés iberoamericano

 El nombre “Córdoba” fue el motivo de un encuentro íntimo que abordó miradas, pareceres, testimonios sobre ¿cómo son las Córdobas en el mundo? ¿cuáles son sus costumbres, sus tradiciones y su idiosincrasia?

Se trató de un encuentro de cordobeses y cordobenses de diferentes latitudes, que se dieron cita el 2 de octubre pasado, para saludarse, para reconocerse, para contarse cómo son sus Córdobas en España, en Colombia, en México y en Argentina.

Un encuentro virtual pero también presencial, que en el marco de la 35° Feria del libro de Córdoba Argentina, convocó a los autores de las crónicas culturales del libro “Las Córdobas del mundo” para cobijar un verdadero espacio cultural iberoamericano.

Estuvieron presentes en el Espacio Cultural Museo de las Mujeres, Paz Casas Nóblega, directora de Hermanamientos Editora y  las representantes de Córdoba Argentina, María Laura Rondinone y Melina Mansilla, quienes compartieron con el público temas abordados en sus crónicas "Córdoba cultural, religiosa, mestiza, rebelde y mediterránea" y "Córdoba,  corazón del país".

Laura Rondinone destacó que Córdoba tiene tradiciones de cada una de las culturas que habitaron estas tierras, desde las comunidades originarias en la época prehispánica, los españoles, los africanos, los italianos y las comunidades migrantes que llegan a la ciudad a estudiar a la Universidad Nacional de Córdoba: “De todos ellos preservamos algo, desde la manera de hablar, las comidas, las especias, la música. Somos una mezcla de cada uno de ellos”.

Por su parte, Melina Mansilla se refirió al típico cordobés: “Si tuviera que definirlo, me imagino al que trabaja en una empresa industrial, que termina la semana con un fernet con coca, la bebida más tradicional que tenemos en nuestra provincia. También al cordobés que los domingos va a la cancha (como todo argentino, somos muy futboleros), y que algún fin de semana ser hace un asado al lado del río".

A través de un meet, los cordobeses españoles resaltaron algunas referencias arquitectónicas de su Córdoba, que ostenta cuatro declaraciones de Patrimonio de la Humanidad. Francisco Redondo Camacho referenció a los “patios cordobeses” como símbolo de la identidad de Andalucía, la cual fusiona el sincretismo de la cultura romana y la musulmana. Reconocidos por Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, cada año se celebra un concurso de los patios.

Ana de Diego, tal como destacó en su crónica “Córdoba, la sultana”, destacó los lugares que no pueden dejar de visitarse en su tierra: La Medina Azahara, la Mezquita Catedral, el barrio la Judería, la Plaza de la Corredera, el Cristo de los Faroles, entre muchos otros.

Antonio López-Rodrigálvarez de la Peña comentó además, que algo típico de Córdoba, son sus bares, ir de tapas y deleitar su comida tradicional. “Córdoba se inunda de olores desde los de sus comidas, el aroma de sus flores, a los naranjos, los azahares”.

El cordobés José Armando Benítez Tuirán, nacido en el departamento de Córdoba en Colombia revalorizó muchos íconos  que caracterizan a su Córdoba, desde su tradicional sombrero vueltiao hasta sus destacados símbolos arquitectónicos. También sus ciénagas, playas y el tradicional río Sinú que atraviesa su capital, Montería. Pero tal como lo vuelca en su crónica “Una pregunta difícil”, lo que destaca de su lugar, es su gente.

Nathalia Baena Giraldo, desde la pequeña alcaldía de Córdoba ubicada en el departamento de Quindío en Colombia, revalorizó el importante trabajo que se hace en su región, con la producción de la guadua y con el café. "Todas las historias merecen ser contadas, pero las de las mujeres cordilleranas cafeteras, reivindica el trabajo que hacen sus tierras”. Su crónica “Alba o amanecer” cuenta la historia de  de Alba, una mujer empoderada a partir de su labor alrededor del café, y quien en varias oportunidades estuvo cerca de la muerte, por lo que cada amanecer para ella, representa una especie de milagro.

Siguiendo la ruta del café, desde Colombia hasta México, Alfredo Ruiz Islas, desde la Córdoba veracruzana también enfatizo que el cultivo del café es algo que los identifica en su vida, en sus productos, en su gastronomía y en sus aromas. “Córdoba huele a café pero también a su vegetación, a su tierra húmeda, a frutos listos para ser recogidos, a sus caldos, pucheros, moles y chiles”.

El encuentro cultural iberoamericano, rememoró el espíritu de la carta sobre América, de José Martí, donde enfatiza: “Los pueblos se ponen en pie y se saludan ¿cómo somos? Y unos a otros, se van diciendo cómo son”. Este ponerse en diálogo, esta búsqueda de relaciones interculturales a través de los cronistas, es lo que se vivió el pasado sábado en el Museo de las Mujeres.

Para profundizar en este viaje por los distintos países, podrás leer las crónicas culturales seleccionadas el libro Las Córdobas del mundo en www.hermanamientosliterarioseditora.com

 


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