Jorge Alejandro Sosa

Nació el 6 de marzo de 1960 en la provincia de Mendoza. Se recibió de Técnico Mecánico Electricista, título que permitió trabajar 39 años al servicio de la empresa de electricidad, E.P.E.C. de Embalse, Córdoba.

Como autodidacta, escribió innumerables poemas y gran cantidad de dibujos, obteniendo diferentes premios como el 1° premio nacional en dibujo artístico de escuelas técnicas “La Doma” (1974); 1º premio literario en España con su trabajo “Hoy te amo, lo sé porque te extraño” (2003 – Poesía de verso libre); finalista con el trabajo “¿Por qué escribo?” (2004 –  Poesía de verso libre).

Ha escrito las siguientes obras: Desnudar el alma (2006); ¿Quién es Sólo Poeta? (2007); La poesía ha muerto (2008); La tragedia de la Central Río Grande (2009); La verdadera historia del arco iris (inédita); Sonetos (inédita); 25 años de voluntariado (inédita) y Trampas y enredos (inédita).          

Fundador el taller literario “Matías González” en Embalse y coordinador de la Convocatoria Regional Calamuchitana de Poesía y Narrativa Breve, el cual se realiza todos los años en el mes de julio.

Forma parte de las antologías “XVII Concurso Internacional de Poesía” organizado por editorial Nuevo Ser y de “Nueva Literatura de Habla Hispana 2007”.

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DESNUDAR EL ALMA

Editorial Dunken  (2006)

DESNUDAR EL ALMA

Cuando los sentimientos se transforman en palabras que desnudan el alma de quien las expresa, nace la poesía; sutil y lírica, alocada y precisa, contundente y melancólica. Estos son mis escritos, los que deseo jamás queden guardados en un cajón, porque son como yo, inquietos, hiperquinéticos, llenos de cosas que quisiera gritar y se atoran en mi garganta, para no dañar, para no lastimar; pero que plasman la realidad de mi sentir en cada segundo de mi vida, en cada alegría, ilusión o desengaño; por ello es que si algún día los tienes en tus manos léelos tal cual los escribí y enrédate en mis pensamientos, recién en ese momento te darás cuenta de cómo la vida nos somete a diferentes emociones, casi conflictivas, que pueden llegar a dominar la mente más brillante y llevarlo a la más horrenda locura, la de querer ser un poeta en un mundo frío y sin sentimientos; pero sigue mi ejemplo y no te acobardes, después de leerme, toma tu lápiz y tu hoja y escribe tus sentimientos más profundos, ya que de esta manera seremos dos los locos, y de a poco poblaremos el mundo de bellas poesías y quizás quien te dice, con tanta gente escribiendo, ya no haya quien fabrique fusiles ni cañones.

TE ESCRIBÍ

Era tanto el dolor,
En la soledad de mi silencio,
 Que quise escribirte esta carta...

Con mis lágrimas...

Para que, al secarse,

Se borraran las palabras;

Pero al terminar,

Vi que las letras eran rojas,

Y no entendí...

Rápido me miré al espejo

Y vi mis ojos secos...

Claro ahora entiendo...

Quien lloraba era mi corazón.

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¿QUIEN ES SOLO POETA?

Editorial Galeón (2007)

UN ESCRITOR

Un escritor es...

Un alma perdida,

En la energía cinética de los sueños...

Gracias a esto...

Gozamos de la belleza,

De las narraciones que fortalecen el espíritu...

Pero a pesar de este saber,

Aún no pude descifrar...

¿Si el escritor... Escribe sus sueños?

¿O por los sueños... Nace el escritor?

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LA POESÍA HA MUERTO

¿LA POESÍA HA MUERTO?

Autor – Editor – ISBN N°  978-987-05-5311-3 (2008)

LO QUE PRETENDO

Busque en mis manos,

El aliento que sigue a la agonía,

Pero estas no escribían,

Se negaban…

Se resistían…

Acostumbradas a escribir,

Al amor y su alegría,

Al sentimiento y la melancolía,

Hoy en el dolor… Estas no podían…

Pero tanta fue mi insistencia,

De explicar a su conciencia,

Que tranquilidad debía llevar,

A aquellos que me querían,

Que finalmente se doblegaron,

A mis ruegos y comenzaron,

A escribir lo que deseaba,

Ahora…

Puedo a todos decirles,

Que estoy reconfortado,

Que vivo sin lo pasado,
Y al presente me atengo,
Sabiendo que al final tengo,

A quien legar lo expresado,

Que no sólo son palabras,

Son mi espíritu por lo amado,

Y en esto dejo plasmado,

Lo que de todos pretendo,

Amar por sobre lo efímero,

El ser que existe dentro.

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LA TRAGEDIA DE LA CENTRAL RÍO GRANDE

Autor – Editor – ISBN N° 978-987-05-5943-6 (2009)

Capítulo I: Río Grande

“Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla”

Ralph Waldo Emerson (1803-1882) Poeta y pensador estadounidense

Central Río Grande, una de las últimas maravillas arquitectónicas de la Argentina constructora, iniciada durante la dictadura militar del año 1970, al mando de Roberto Marcelo Levingston. La por entonces Sociedad del Estado, Agua y Energía Eléctrica, inicia los estudios sobre hidrología, topografía, geología, geofísica, mecánica de rocas y determinación de yacimientos, para llevar a cabo un ambicioso proyecto; la Central Hidroeléctrica de bombeo más grande de América del Sur. Todo este protocolo inicial llevó cuatro años de consideraciones e intercambio de opiniones y estudios de factibilidad; luego, los trabajos para su concreción demandaron doce años más, para que finalmente un 14 de febrero de 1986 quedara inaugurada la monumental obra. La mano del hombre no quiso arruinar la visión natural de la zona y por ende buscó las profundidades de la madre tierra para instalar la Central, por ello, a pesar de estar ubicada en el medio de las sierras cordobesas, si no ha visitado el lugar antes, jamás creería que bajo sus pies existe un polo productivo tan espectacular. Para quienes no la conocen, hasta ahora, la infraestructura de la Central es única; por ello dejo para su saber datos importantísimos. La excavación de la caverna donde se encuentra instalada la Central se realizó en cinco etapas. La nave tiene 105 metros de largo, 50 metros de alto y 27 metros de ancho. El acceso a la Central se realiza mediante un túnel carretero, donde el piso está totalmente hormigonado, teniendo una extensión total de 1800 metros de longitud, consta de una sección abovedada de 7 metros y medio por 7 metros, y una pendiente de descenso del 10 %. Llegando por este medio a 180 metros de profundidad, que es donde se encuentra la nave principal. Para concretarlo se extrajeron 1 millón 600 mil metros cúbicos de material pétreo, logrando así excavar 14 kilómetros de túneles en la roca de un coloso de granito, el reconocido por los lugareños como “Cerro Pelado”. La cúpula o nave, donde se encuentran los grupos de generación y bombeo, los sistemas auxiliares y el personal que trabaja en ella, se encuentra a 226 metros de profundidad respecto del máximo nivel de agua del embalse principal, por lo que se podría decir que sobre las cabezas de estos obreros existe una tapada de roca de 180 metros de grosor. Lógicamente para lograr bombear y no perder el agua que sale del embalse principal y pasa por las máquinas que están en la caverna, se construyó a siete kilómetros río abajo otro embalse llamado “Arroyo Corto”. A dicha Central se la conoce también como de Cerro Pelado, debido a estar emplazada en las entrañas de dicho cerro. Los sistemas de iluminación a estas profundidades resultan importantísimos, ya que nuestro órgano visual -el ojo- no tiene forma alguna de detectar luminosidad por lo tanto la retina, aún en su esfuerzo máximo, no tiene posibilidades de captar luz. La sensación al ser humano cuando queda la central a oscuras es un verdadero estado de ceguera, así que toda la iluminación es artificial y permanente; ocurre un hecho similar con los sistemas de ventilación, y para ello existen sobre el túnel de ingreso, de donde toman aire, cuatro equipos de ventilación de gran porte que insuflan el vital elemento a la caverna, lógicamente el aire viciado es extraído por otros seis equipos que se encuentran al final de la escalera de escape que corre paralelamente al ascensor y permite subir los 180 metros que nos separan de la superficie, esta zona se llama “sima de pozo”; el ascensor antes mencionado también es único en su tipo, logrando salvar el recorrido en tan sólo 3 minutos, 45 segundos gracias a su doble sistema de velocidad. Viajar en él es una sensación verdaderamente extraña, sobre todo al activarse su segunda velocidad. Hoy la Central Río Grande pertenece a la E. P. E. C. (Empresa Provincial de Energía Córdoba) y desempeña uno de los más importantes papeles en el parque de generación del país, no sólo aporta energía, sino, que también contribuye con el control del nivel de tensión logrando ser, por su amplitud de regulación, una de las centrales más importantes en el sistema de 500 mil volts. Si a esta altura usted quiere saber cómo llegar; la Central está a 36 kilómetros de la localidad de Embalse y a equidistancia de Santa Rosa de Calamuchita. Si usted llega desde Córdoba, puede hacerlo por la ruta provincial numero 5. Luego de haber recorrido aproximadamente unos 90 kilómetros se encontrarán con un paraje denominado “El Torreón”, en este punto uno debe desviar hacia el imponente paisaje de las sierras chicas, aún nada le hace predecir que se encuentra camino a la mayor obra de América del Sur. El tránsito por este camino, de tierra y material suelto, es quizás el tramo más hostil1, pero se compensa con los grandiosos paisajes que nos regala la madre naturaleza y a tan sólo unos metros de habernos retirado de la ruta, pisaremos el puente del Río Santa Rosa. Una vez cruzado nos pondrá en dirección a la Comuna de San Ignacio, un bello caserío con mucha afluencia de turismo en épocas de verano. Sin haber ingresado al corazón del pueblo, costeando a este seguimos nuestro recorrido, ahora, hacia las tierras de Dalmacio Vélez Sarsfield. Amboy el de menor población, pero el más antiguo; su iglesia construida en el año 1900, según reza en su dintel, guarda para los visitantes una grata visión de la arquitectura de la época. Si quiere hacer un alto, puede en este lugar visitar el museo, que posee piezas únicas de nuestros ancestros Comechingones y fósiles prehistóricos recuperados en la región, también acá podemos visitar la casa del ilustre prócer argentino Dalmasio Vélez Sarsfield. Siguiendo nuestro recorrido y de tan sólo tres cuadras, llegamos al puente del Arroyo Amboy quien nos permite conectarnos con la Villa Amancay, que, aunque no ingresaremos a ella ya que en este punto retomamos el camino pavimentado que nos conduce a el Cerro Pelado, no deje de hacerse un tiempo y visitar su bella cascada o la vertiente. Por las dudas que se pregunte, hemos recorrido 15 kilómetros desde que dejamos la ruta 5, tan sólo restan 7 kilómetros más. El ondulante camino, típico de las zonas serranas, nos entrega a sus márgenes bellos campos de siembra y sectores de pinares, acá empezamos a descubrir que la mano depredadora del hombre tuvo gran cuidado en esta región, aún se conservan los montes de espinillo y varias plantas autóctonas que no permitirían revelar la existencia de la obra. Mirando hacia delante comienza a surgir el imponente Cerro Pelado – su nombre se debe a la ausencia casi total de vegetación en su cima, como si la naturaleza le hubiese dotado de una prominente calvicie para distinguirlo de su entorno – al realizar la última curva y haciendo una irrupción visual de golpe, nos encontramos con la guardia de seguridad de la Central. Personal de la policía de la provincia de Córdoba, custodia la obra y el personal. Sólo hasta acá podrá llegar el visitante particular si no realizó la solicitud de visita guiada previamente - un trámite muy sencillo – pero si ya lo hizo, prepárese para comenzar a transitar los pasos del principal protagonista de esta novela, porque es acá donde comienza esta historia, ¿De ficción…? Lógicamente que sí, pero quizás cuando descienda los 180 metros y estando en las profundidades de la tierra y se le dé por mirar hacia el techo de la caverna, piense como haría usted en esa situación. Si tras leer esta novela quiere conocer esta particular creación, venga a visitarnos. Demás está decirle que esto ¡Jamás podría ocurrir…! ¿Jamás podría ocurrir…?

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